BIOCOMERCIO, RETOS REGULATORIOS Y TIEMPO
PRIMERA PARTE
Abril de 2019
1. PRESENTACIÓN
El biocomercio se propone enlazar regiones distantes y disímiles, un bosque remoto por ejemplo con un mercado urbano. Dicho propósito es ambicioso y complejo, extendiéndose a lo largo de muchos años, incluso décadas. Desde el punto de vista del emprendedor significa un "Proyecto de Vida". La seducción inicial de la idea es arrobadora, pero a medida que pasan los años se muestra grávida de dificultades y retos.
Y es que un proyecto de biocomercio se despliega sobre un horizonte de tiempo vasto, como una fragua que templa las expectativas: en su marcha paso a paso va devorando los años ya que las articulaciones de mercado que propone exigen el desarrollo de nuevos productos y mercados contribuyendo a cambiar la realidad de los territorios biodiversos, lo que lo hace diferente de otros emprendimientos al proponerse impulsar significativos cambios culturales, regulatorios, técnicos, económicos y sociales.
Un nuevo sabor derivado de una exótica fruta, un nuevo ingrediente de color derivado de otra, son ejemplos de productos cuyo proceso de abrirse camino desde la floresta remota hasta los gustos y demandas de los consumidores y los canales comerciales y de mercado atraviesa por la superación de retos técnicos, de conocimiento y manejo sostenible de los territorios proveedores, de logística para la cosecha y el transporte desde regiones aisladas, el desarrollo de capacidades agroindustriales y la adopción por consumidores que desconocen sus usos y atributos. Se trata de una narrativa extensa y apasionante la cual debe de ser contada a todos aquellos que de una manera u otra participan: productores, cosechadores, comercializadores, consumidores, entre otros. Esta pieza escrita complementa otras disponibles en esta misma web, se necesitarán seguramente otras que ayuden a visibilizar este largo proceso llamado el “Camino de la Jagua”.
Y es que a modo de contexto general la adopción de nuevos productos por una sociedad o por segmentos de ella es un proceso incluso intergeneracional; un ejemplo reciente lo constituye el boom medicinal del cannabis: estigmatizada durante medio siglo, encuentra ahora en el dinámico segmento medicinal un atractivo ignorado o incluso prohibido.
Pero no todos los procesos son tan dramáticos como el caso del cannabis. En mi caso el colorante azul de jagua (Genipa americana) es un ejemplo de cómo una innovación de biocomercio ha de superar obstáculos múltiples antes de hacerse visible en el mercado.
En los mercados informales abundan los ejemplos de nuevos productos e ingredientes que adquieren su reputación con base en la tradición cultural de uso o en la utilización de una estrategia de mercado eficaz pero poco validada en términos científicos. Un ejemplo tal lo constituye el noni (Morinda citrifolia). Sin embargo, con el paso de los días el producto no logra mantener vigente su reputación y se marchita, quedando relegado a nichos muy específicos.
Productos con alto niveles de innovación, canales de mercado exigentes y eventualmente sofisticados y clientes más fieles conllevan el cumplimiento de un cuerpo normativo grande y diverso que cubre desde el aprovechamiento mismo del recurso biológico hasta las autorizaciones al final de la cadena de valor que permiten el ofrecimiento del producto por un comercializador final y que velan por su seguridad y eficacia para los consumidores y la industria en general. El azul de jagua es un ejemplo de estas complejidades regulatorias a múltiples niveles. Es un camino sinuoso por etapas, en donde los procesos se yuxtaponen y avanzan desigualmente.